Una cosa es predicar y, otra, dar trigo

Alfonso Rus empezó diciendo, allá por 1998, que quería un centro de ocio con hotel. Después cambió y anunció que se instalarían los cines. Siempre dijo que primaria el aspecto lúdico sobre el aspecto comercial. A mediados de noviembre, abrirá en Xàtiva el primer gran centro comercial donde los espacios de ocio han quedados reducidos a una bolera, una pista de hielo y cines, que abrirán después de la campaña de navidad. Casi un centenar de tiendas en el una pequeña parte son franquicias que ya están establecidas en el centro de la ciudad y la mayoría grandes marcas como Zara o Cortefiel que llegan por primera vez a la Costera. Algunos comerciantes locales –muchos menos de los deseables– han apostado por abrir también en el centro comercial del río Canyoles. El pasado abril, Rus aseguró que se había limitado el espacio para las franquicias. Pero no se limitó el número. Ningún centro comercial abriría si no tuvieses seguro que más de un 80% de sus tiendas son grandes marcas.Ya se sabe que una cosa es predicar y, otra, dar trigo. Al final, el gran perjudicado: el comerciante de toda la vida.